miércoles, 21 de diciembre de 2011

UNA NOTABLE COLUMNA DE CRISTIAN WARNKEN


El día jueves 13 de octubre de 2011, Warnken dio a conocer esta columna, de la cual considero que tiene un nivel de calidad ensayística destacable. Seleccioné los siguientes extractos o párrafos para resultar lo más fiel posible al análisis del autor, quien al preguntarse "¿Donde está Chile?" señala entre otras cosas, que nuestro país fué y es:

"Una república que tuvo a mandatarios, militares y ministros a la altura del general Bulnes, Manuel Montt y Antonio Varas, ejemplos de honestidad, sentido de la impersonalidad del poder y amor genuino por el país y compromiso con lo público, parece hoy tironeada por todos lados por rapiñeros, ambiciosos y vanidosos de poca monta. El sentido de lo “público” parece borrado del mapa. Asistimos al olvido de lo público en todos los niveles. Y el olvido de lo público es el olvido del ser más profundo de Chile.
Lo público es mi barrio con sus plazas y espacios comunes aún no derrotados por la especulación inmobiliaria; las universidades no avasalladas por el pensar calculante; la televisión de todos no entregada a la farándula de las transnacionales. Pero en estos días resuenan los versos del poeta irlandés W. B. Yeats: “Los mejores carecen de toda convicción, / mientras que los peores están llenos de apasionada intensidad.
¿En qué momento se rompió la posta con lo mejor de nuestra propia historia? Pareciera que todos, o casi todos, fueron de a poco traicionando una parte de su propia alma para entrar en una vertiginosa carrera por el poder, del poder por el poder. Como si muchos se hubieran dedicado a aprender de memoria a Maquiavelo en estas décadas y hubieran olvidado a Virgilio, a Solón, esos autores que un Andrés Bello, un Amunátegui, un Barros Arana tradujeron y usaron como fermento e inspiración, cuando en Chile había un humanismo fundante, cuando se consultaban como oráculos los versos de Horacio o Cicerón y no los focus-group o las encuestas, cuando gobernaban los estadistas y no los opinólogos.
¿Qué imagen resume el Chile del siglo XIX? La Universidadde Chile y la Biblioteca Nacional. ¿Qué resume al Chile de estos últimos años?La Polar y la educación entendida como un bien de consumo. ¿Y para eso murieron nuestros héroes? ¿Para eso inventaron mundos nuevos nuestros poetas? ¿Para eso se vinieron a Chile un Domeyko o un Bello, ilustres extranjeros? ¿Por ese Chile sufrió una desgarrada nostalgia en el siglo XVII el exiliado y lúcido Lacunza? Dijo alguna vez Kipling: “Abandonamos la esperanza y el honor, / estamos perdidos para el amor y la verdad. / Caemos peldaño a peldaño, / y la medida de nuestro tormento es la de nuestra juventud. / Ayúdanos, Señor, porque conocimos lo peor demasiado jóvenes”.
Pero, a pesar de todo, sigo creyendo que Chile es un país extraordinario donde vivir y morir, un país que tiene una luz propia, un país soñado. Un país misterioso y delicado, que hay que cuidar como tesoro y no repartir como botín. Tal vez nos salve nuestra lejanía, esa que nos obligó alguna vez a ser fieles a nuestra propia alma y encontrar nuestras propias medidas, nuestros sagrados límites que nos protegieron de todo fanatismo y desmesura."


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